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Real Madrid mostró un esbozo de juego, se impuso a Salzburg y pasó sin sufrir a los octavos del Mundial

No hubo sorpresas en la definición del grupo H del Mundial de Clubes. Real Madrid mostró brochazos de la estructura que puede tener en la temporada que viene, pero sobre todo hizo valer su jerarq...

Real Madrid mostró un esbozo de juego, se impuso a Salzburg y pasó sin sufrir a los octavos del Mundial

No hubo sorpresas en la definición del grupo H del Mundial de Clubes. Real Madrid mostró brochazos de la estructura que puede tener en la temporada que viene, pero sobre todo hizo valer su jerarq...

No hubo sorpresas en la definición del grupo H del Mundial de Clubes. Real Madrid mostró brochazos de la estructura que puede tener en la temporada que viene, pero sobre todo hizo valer su jerarquía individual para derrotar por 3 a 0 al austríaco Salzburg y clasificarse sin sufrir para los octavos de final, en los que se encontrará con Juventus, en todo un clásico del fútbol europeo.

Con la etapa de grupos concluida, ya ha quedado muy claro que los organizadores de esta Copa del Mundo tuvieron mucho más en cuenta las situaciones relacionadas con el show y el business que con el fútbol y el juego. Una de las tantas que se les escaparon es que al celebrarla al final de la temporada europea podía ser utilizada por los entrenadores como banco de pruebas pensando en lo que vendrá luego del verano en el hemisferio Norte antes que resultar un remedo de esos partidos de Copa de Europa jugados a cara de perro. Quizás cambie a partir de las series eliminatorias, pero es lo que ocurrió hasta ahora.

Quien más, quien menos, los directores técnicos fueron moviendo sus equipos en función de cansancios, lesiones, retos climáticos y necesidades en la tabla. Xabi Alonso, por supuesto, no fue una excepción. Real Madrid lo recibió con muchos agujeros por tapar: un año pobre en resultados y peor en juego, defectos notorios en el armado del plantel, futbolistas en muy bajo nivel o en plena despedida (Luka Modric, confirmado; Rodrygo, en duda) y algunos recién llegados para ir armando el rompecabezas. Y como si fuera poco, la gastroenteritis de Kylian Mbappé lo dejó sin su goleador en los tres partidos de la zona.

El debut, ante Al-Hilal, sembró un manojo de dudas y mejoró la imagen contra Pachuca, hasta que en el cierre de la rueda inicial empezó por fin a dibujarse una línea de juego y a hacerse notar la importancia que comienzan a tener algunos jugadores. El primero de la fila, Arda Güler.

A sus 20 años, el turco por el que Real Madrid pagó 24 millones de euros a Fenerbahçe hace dos años dio las primeras señales de su auténtico valor cuando disputó la Eurocopa 2024 por su selección, y prolongó las buenas sensaciones con algunas ráfagas en el cierre de la liga española. Alonso dejó en claro que lo tenía estudiado antes de llegar al Bernabéu. Le cambió la posición en la cancha y la función en el equipo, dándole al mismo tiempo responsabilidades que Carlo Ancelotti le había negado. Y todo hace suponer que el vasco acertó con la decisión.

El ex entrenador de Bayer Leverkusen comenzó a perfilar varias cuestiones tácticas que seguramente serán ejes del funcionamiento colectivo –la presión intensa y muy alta, el adelantamiento de la defensa, el compromiso general para reducir espacios sin la pelota–, y también quiénes tendrán la manija del equipo. Güler, arrancando como volante retrasado por la izquierda, tiene toda la pinta de ser uno de ellos. El turco posee características de delantero –habilidad, panorama, disparo de media distancia y gol–, más o menos como las que tenía Luka Modric en sus tiempos de Tottenham Hotspur, y tal vez el entrenador merengue vea en el pibe nacido en Ankara el sucesor del croata (que, curiosamente, fue su reemplazante cuando el triunfo ya no parecía correr ningún riesgo).

Los buenos movimientos de Güler y su claridad en el toque para iniciar las jugadas tuverion en la goleada en Filadelfia su continuidad en Jude Bellingham. Alonso plantea un 3-4-1-2 como sistema táctico original, con el francés Aurélien Tchouaméni como tercer zaguero central, Trent Alexander-Arnold y por ahora Fran García como laterales adelantados, Federico Valverde en la posición de 5 y el volante inglés como enganche por detrás de los dos delanteros. El diagrama, en principio, parece asegurarle al equipo cercanía entre los jugadores, aval suficiente para garantizar líneas de pase abiertas para progresar tocando y también buenas chances de éxito en la presión cuando el equipo pierde la pelota.

Tuvo ambas cosas Real Madrid en la primera media hora del partido, tal vez el rato en que mejor quedaron plasmadas las ideas de Alonso, más allá de que haya sido justo el lapso en el que no consiguió quebrar el cero. El empate parcial se explicaba un poco por la ineficacia que hasta entonces venía mostrando Vinícius en la definición –perdió un mano a mano aparentemente sencillo contra el arquero Christian Zavieschitzky-, y otro poco porque Salzburg acumulaba mucha gente en torno a su área.

Hasta que después de los 30 minutos el cuadro austríaco, obligado a buscar el arco de Thibaut Courtois por el gol de Al-Hilal en el otro encuentro que clausuraba el grupo, dio un par de pasos adelante y le abrió la puerta del contraataque a un rival que maneja de memoria esa situación. Una cortada exacta de Bellingham y un doble enganche de Vinícius seguidos por un zurdazo cruzado y una pisada de lujo del brasileño para que Valverde rematara sin oposición pusieron el 2-0 en un puñado de minutos y le bajaron la persiana a la sorpresa.

Es necesario aclarar que el rival que Real Madrid tuvo enfrente no es ningún cuco. Salzburg enseñó una mejor cara que en enero de este año, cuando visitó el Bernabéu por la fase de grupos de la Champions League y se llevó un categórico 5 a 1. Tal vez por eso, y sabiendo que sus caminos volverían a cruzarse, el club austríaco renovó casi todo el equipo. Apenas dos de los once jugadores que salieron a la cancha aquella noche en Madrid repitieron bajo el diluvio que cayó en Filadelfia. Esta vez el equipo defendió algo mejor, en el segundo tiempo generó varias jugadas de peligro –Courtois tapó un remate corto con su habitual agilidad, Bellingham salvó otro que se metía junto a un palo y los delanteros de Salzburg desviaron dos más desde posiciones favorables–, pero mostró su indudable escasez de jerarquía.

Compacto de Real Madrid 3 vs. Salzburg 0

En esa etapa final, y en el último cuarto de hora de la inicial, se hizo evidente que a Alonso le queda bastante trabajo por delante. Les costó a sus dirigidos recuperar la pelota en el medio, y si bien el resultado nunca estuvo en riesgo, la facilidad de Salzburg para producir ocasiones de gol debe ser vista como un llamado de atención. Para lo que queda de este Mundial y para lo que venga a partir de septiembre.

Goleó Real Madrid. Mostró algunos movimientos interesantes cuando dominó, sacó diferencias cuando salió en contraataque y obligó a desviar la mirada hacia esa línea que comienzan a trazar Güler y Bellingham y que, sin dudas, terminará en Mbappé cuando el francés se restablezca, quizás ante Juventus en octavos. También dejó ciertas dudas defensivas, como corresponde a un período de pruebas, como el que están tomándose los directores técnicos europeos en pleno Mundial y que seguramente a los organizadores ni se les habrá ocurrido imaginar.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/deportes/futbol/real-madrid-mostro-un-esbozo-de-juego-se-impuso-a-salzburg-y-paso-sin-sufrir-a-los-octavos-del-nid27062025/

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