Rebelión en Florida: Ron DeSantis no logra que los legisladores aprueben su presupuesto
El gobernador de Florida, ...
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, enfrentó un duro golpe político: por primera vez en su mandato, la Legislatura estatal no consiguió aprobar el presupuesto antes del cierre de la sesión regular. Pese a contar con mayoría absoluta en ambas cámaras, los republicanos no lograron cerrar un acuerdo sobre el único deber constitucional ineludible. La división interna dentro del partido, sumada a diferencias marcadas en política fiscal, dejó al Estado Soleado en una situación inédita en más de una década.
Choque de poderes en el Partido Republicano: Ron DeSantis vs. legisladoresDurante los 60 días de sesiones que culminaron el viernes pasado, la dinámica habitual de dominio absoluto de DeSantis sobre los legisladores de su partido se rompió. Según Orlando Sentinel, el período inició con signos de cooperación entre la Cámara de Representantes y el Senado, pero terminó en un enfrentamiento abierto por las prioridades presupuestarias y fiscales.
Los líderes legislativos, todos republicanos, defendieron posturas irreconciliables sobre el destino de miles de millones de dólares. El principal foco de discordia fue el recorte del impuesto a las ventas propuesto por el presidente de la Cámara, Daniel Pérez, quien impulsó una reducción permanente de la tasa del 6% al 5,25%. Esta medida implicaría una pérdida de ingresos por 5000 millones de dólares anuales, lo que provocó resistencia en el Senado, que optó por un enfoque más gradual.
En cambio, el presidente del Senado, Ben Albritton, sugirió una reducción escalonada del impuesto y sugirió un paquete fiscal dentro de un presupuesto de US$117.350 millones que incluía feriados impositivos ampliados y una exención permanente en la compra de ropa de hasta US$75.
La Cámara de Representantes, por su parte, presentó un plan más austero de US$112.950 millones, lo que reflejó la intención de Pérez de achicar el tamaño del Estado y priorizar el alivio fiscal.
El calendario legislativo se extiende en Florida: sesión extraordinaria hasta junioAnte el fracaso, los legisladores deberán regresar a Tallahassee el próximo 12 de mayo y trabajarán hasta el 6 de junio para alcanzar un consenso antes del inicio del nuevo año fiscal, previsto para el 1° de julio. De no lograrse una aprobación en ese plazo, el funcionamiento del Estado quedaría en entredicho.
La última vez que Florida vivió un escenario de este calibre fue en 2015, cuando un desacuerdo sobre la expansión del programa Medicaid llevó al entonces presidente de la Cámara, Steve Crisafulli, a clausurar la sesión sin previo aviso.
Hoy, las similitudes son notorias, aunque el contexto político es diferente: el Partido Republicano controla abrumadoramente las dos Cámaras, pero las diferencias internas demostraron ser más determinantes.
Las cifras de un conflicto sin precedentes: ¿cuál era el presupuesto de DeSantis?El conflicto se expresó en números que reflejan la magnitud del desacuerdo y sus consecuencias:
Propuesta de DeSantis: un presupuesto de US$115.600 millones con énfasis en recortes de impuestos a la propiedad, lo que requeriría una enmienda constitucional a votarse en 2026.Propuesta del Senado: US$117.350 millones, con una política fiscal más prudente y exenciones focalizadas.Propuesta de la Cámara: US$112.950 millones, donde se incluye la baja permanente de 0,75% en el impuesto a las ventas.Marco común acordado el viernes pasado: un paquete de recortes por US$2800 millones, donde se incluyen US$1600 millones de reducción permanente en el impuesto a las ventas, aún sin aprobación formal.¿Qué está en juego para los habitantes de Florida?Más allá del espectáculo político, la falta de acuerdo dejó en el aire decisiones clave para la vida cotidiana de los ciudadanos de Florida. Entre los temas sin resolver se encuentran:
La financiación de escuelas públicas y hospitales.Proyectos de infraestructura vial.Subvenciones para políticas migratorias.El eventual otorgamiento de devoluciones fiscales a los residentes.Además, la propuesta de eliminar los impuestos a la propiedad, si bien ambiciosa, podría poner en riesgo servicios esenciales como la educación, el mantenimiento de calles o el control de inundaciones, según advirtieron economistas citados por Orlando Sentinel.