“Señal de inicio”: la Rural explicó por qué subió la carne y cuál es el fenómeno que vino para quedarse
Tras las políticas de intervención del gobierno anterior, la ganadería argentina inició un proceso de “normalización” que explica la reciente escalada en el valor de la hacienda. Un inform...
Tras las políticas de intervención del gobierno anterior, la ganadería argentina inició un proceso de “normalización” que explica la reciente escalada en el valor de la hacienda. Un informe de la Sociedad Rural Argentina (SRA) reveló las claves para entender por qué sube el precio de la carne. La entidad advirtió que la suba no es un fenómeno aislado, sino el resultado de un mercado que busca recuperar el terreno perdido frente a la inflación, en un escenario donde la oferta está diezmada por la herencia de la sequía. El mes pasado, por ejemplo, según el Indec el asado subió 13%.
De acuerdo con la entidad, actualmente el stock cuenta con 1,4 millones de terneros menos en dos años, y un cambio de dieta en los hogares que el Indec aún no logra medir con precisión. En la entidad aclararon que el aumento reciente en el precio de la hacienda surge de la convergencia de factores climáticos, productivos, logísticos y biológicos que se manifiestan en un momento de transición profunda para la ganadería argentina. En ese sentido, indicaron que “no es un episodio coyuntural, sino la normalización de un mercado que durante cuatro años mantuvo precios rezagados frente a la inflación”.
Destacaron que una fuente importante de confusión es que el IPC ya no refleja, indicaron, los patrones reales de consumo de proteínas. “La dieta argentina se transformó: el pollo y el cerdo avanzaron con fuerza y la carne vacuna redujo su participación. Como el índice sigue midiendo hábitos que ya no representan a la mayoría de los hogares, amplifica la percepción de aumento", afirmaron.
Junto a esto, se suman restricciones físicas derivadas de las lluvias intensas y la precariedad de los caminos rurales. “El menor ingreso de camiones al Mercado Agroganadero de Cañuelas durante las semanas de mayores precipitaciones evidencia cómo la intransitabilidad reduce la oferta disponible en los remates”, siguieron.
En ese sentido, explicaron que el factor estructural más determinante proviene del pasado reciente. “Entre 2019 y 2023, las malas políticas —intervenciones en precios, restricciones a las exportaciones, cupos y señales contradictorias— desincentivaron la inversión y deterioraron la previsibilidad del sector. Las decisiones productivas tomadas en ese contexto adverso explican también en gran medida los resultados actuales de producción: menos retención de vientres, menor tasa de inversión y menor capacidad de crecimiento del rodeo“, subrayaron.
A esto se sumó, indicaron, el impacto de la sequía, que redujo en cerca de 700.000 terneros por año los nacimientos tanto en 2023 como en 2024. Es decir, hubo dos ciclos consecutivos con menos terneros que generaron una base productiva más baja que hoy limita la disponibilidad de animales terminados.
En contraste, la demanda interna se fortaleció con la mejora del salario real, y el mercado internacional exhibió precios más altos y mejor integración de la res. “A nivel regional, tanto Brasil como Uruguay enfrentan restricciones de oferta, lo que sostiene los valores en toda la región”, argumentaron.
Para el equipo económico de la entidad, el cambio político de 2023 generó un nuevo clima de negocios: “La eliminación de cupos y regulaciones devolvió previsibilidad y reactivó las expectativas de inversión. Sin embargo, la ganadería responde con tiempos biológicos que no pueden acelerarse. Entre la decisión de invertir y la disponibilidad de carne transcurren entre 24 y 36 meses; la recomposición plena del stock llevará entre dos y cuatro años".
En síntesis, dijeron, la suba del precio de la hacienda forma parte de una transición estructural del negocio ganadero argentino, producto de la menor oferta heredada, las dificultades climáticas y logísticas, la recuperación del consumo, los precios internacionales firmes y un nuevo marco sin intervenciones.
En la entidad señalaron que "los valores actuales deben entenderse como la señal de inicio de un nuevo ciclo productivo cuyo impacto se atenuará a medida que la recomposición del rodeo se traduzca en mayor producción".