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¿Sos un prompt? La moda de simular ser una creación de IA y el inicio de la era de la “duda profunda”

En TikTok, la plataforma donde todo lo viral se convierte en tendencia surge una nueva dinámica: humanos que fingen ser contenidos creados por inteligencia artificial. Esta inversión irónica del...

¿Sos un prompt? La moda de simular ser una creación de IA y el inicio de la era de la “duda profunda”

En TikTok, la plataforma donde todo lo viral se convierte en tendencia surge una nueva dinámica: humanos que fingen ser contenidos creados por inteligencia artificial. Esta inversión irónica del...

En TikTok, la plataforma donde todo lo viral se convierte en tendencia surge una nueva dinámica: humanos que fingen ser contenidos creados por inteligencia artificial. Esta inversión irónica del fenómeno de los deepfakes ya tiene nombre en algunos círculos: “la teoría del prompt”.

La dinámica es simple y está emparentada con el fenómeno de los NPC Stream, donde los tiktokers se comportaban como personajes de videojuegos en transmisiones en vivo.

En el caso actual, personas reales publican videos reales con etiquetas como “Veo 3 creation”, simulando haber sido creados por la herramienta de IA de generación de videos ultra realistas que Google publicó a finales de mayo último.

El objetivo no es engañar maliciosamente, sino captar atención, jugar con los límites de la percepción, y también, alimentar al algoritmo.

@gameboi_pat

This has got to be real. There’s no way it’s AI 😩 #google #veo3 #googleveo3 #AI #prompts #areweprompts?

♬ original sound - GameBoi_pat Ya no podemos confiar en nuestros ojos

Pero lo que parece un chiste se convierte en síntoma de algo mucho más profundo: la erosión creciente de la confianza visual y la dificultad para distinguir lo auténtico de lo generado en un contexto donde según el Digital News Report 2025 del Instituto Reuters, el 58% de las personas en todo el mundo se muestra preocupada por su capacidad para distinguir entre lo real y lo falso en internet.

“Hasta hace unos años, cuando pensábamos en el concepto de identidad digital, nos referíamos a credenciales (usuarios y contraseñas). Ahora, con el surgimiento de la IA el asunto se vuelve aún más complejo. Es difícil, tecnológicamente hablando, reconocer a las personas por quienes dicen ser. La IA desafía el concepto de unicidad visual”, comenta Federico Aragona, director de ventas de F5 LATAM.

La lógica de las plataformas -impulsadas por atención, rendimiento algorítmico y participación constante- premia lo que genera clics rápidos y reacciones inmediatas. En este sentido, parecería que decir que algo fue creado por inteligencia artificial es más llamativo que mostrar un contenido real.

Como señala el periodista y autor especializado en gaming Kyle Orland en la publicación Ars Technica, bandas como Kongos publicaron un video musical antiguo fingiendo que era obra de Veo 3. ¿El resultado? Más engagement que nunca. “Sin el gancho de ‘mirá lo que generó la IA’, probablemente habría pasado de largo”, admite Orland.

@kongosmusic

We are so cooked. This took 3 mins to generate. Simple prompt: “a band of brothers playing rock music in 6/8 with an accordion”

♬ original sound - KONGOS La tiranía del algoritmo

Desde Faro Digital, el director de Educomunicación Ezequiel Passeron y el coordinador de comunicación Santiago Stura agregan que este tipo de tácticas reflejan una lógica de producción de contenido profundamente condicionada por lo que el algoritmo favorece, incluso más que por lo que es verdadero o falso. Y esto -según explican- tiene consecuencias en la capacidad como sociedad de imaginar lo nuevo.

“La IA, entendida no como inteligencia sino como clasificador estadístico -como señala el investigador Javier Blanco- tiende a reforzar patrones, no a inventar. Si todo se genera a partir de lo ya dicho, lo ya visto, lo ya clickeado, ¿dónde queda lo que aún no tiene forma? ¿Cómo se genera desplazamiento hacia lo por venir y que no entra en el modelo?”, se preguntan.

@spongibobbu2

One of these videos is real… can you guess which one? #veo3

♬ original sound - Jett

Tanto Passeron como Stura advierten que este fenómeno va más allá del engaño o el entretenimiento y revela un cambio estructural. “Ya no importa tanto si algo es verdadero, sino si capta atención (y en ese acto se vuelve verosímil). Fingir ser artificial no es una falla del sistema, sino una estrategia adaptativa”, explican, todo esto en un escenario de visibilidad saturada donde la autenticidad dejó de ser un valor en sí mismo y la confianza es más frágil que nunca.

La imagen ya no prueba nada

El hecho de que contenidos reales puedan hacerse pasar por generados -y viceversa- debilita la capacidad de verificar hechos a través de evidencia visual. Es lo que algunos politólogos como Tim Hwang y Robert Chesney denominan “el dividendo del mentiroso” (liar’s dividend): si todo puede parecer falso, entonces todo puede ser desmentido.

Esto ya es palpable en la política: durante la campaña de 2024, Donald Trump acusó a su oponente Kamala Harris de mostrar “multitudes creadas por IA” en imágenes reales de un encuentro político. Y es que la mera existencia de tecnologías hiperrealistas como Veo 3 abre la puerta a negar incluso los registros auténticos, debilitando el poder probatorio del video, tradicionalmente considerado una “prueba irrefutable”.

Pero, como advierten desde Faro Digital, el riesgo más profundo no es no saber si algo es falso, sino dejar de preguntarlo. Cuando la desconfianza se vuelve estructural, el “pacto de lo común” -la posibilidad de compartir una verdad mínima- se resquebraja. “La pregunta ya no es si una imagen es falsa, sino si tiene sentido seguir preguntando”, señalan.

El término deep doubt (o “duda profunda”) no es un concepto formalizado aún en la literatura académica, pero está empezando a utilizarse para describir una nueva fase de la desinformación digital, en la que la sospecha se vuelve estructural. A diferencia de los deepfakes, que buscan suplantar personas o eventos, el deep doubt no apunta a crear falsificaciones, sino a socavar la confianza misma en lo que se ve y escucha.

Desde lo filosófico hasta lo legal, el desafío es enorme. Se trata de una era en la que la manipulación no solo es técnica, sino que es narrativa. La pregunta “¿sos un prompt?”, que aparece en los videos en TikTok, expone la sospecha de que todo puede ser una simulación. Para los especialistas de Faro Digital, seguimos pensando la técnica como “medio” y no como parte del entramado cultural. “Regular contenido o enseñar a detectar deepfakes no alcanza si no se entienden las prácticas, emociones y vínculos que se juegan en las plataformas”, comentan.

En el nuevo escenario de la “duda profunda”, el desafío ya no es solo tecnológico, sino también sociocultural y exige aprender a navegar un ecosistema donde cada vez más, lo auténtico deberá probar que lo es.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/tecnologia/sos-un-prompt-la-moda-de-simular-ser-una-creacion-de-ia-y-el-inicio-de-la-era-de-la-duda-profunda-nid18062025/

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