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Steve Hanke: “La Argentina es la opción número uno para la dolarización, principalmente porque Milei ganó las elecciones con esa promesa”

WASHINGTON.- Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Johns Hopkins y quien fuera uno de los arquitectos del Plan de Convertibilidad de Domingo Cavallo, volvió hace poco a que...

Steve Hanke: “La Argentina es la opción número uno para la dolarización, principalmente porque Milei ganó las elecciones con esa promesa”

WASHINGTON.- Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Johns Hopkins y quien fuera uno de los arquitectos del Plan de Convertibilidad de Domingo Cavallo, volvió hace poco a que...

WASHINGTON.- Steve Hanke, profesor de Economía Aplicada en la Universidad Johns Hopkins y quien fuera uno de los arquitectos del Plan de Convertibilidad de Domingo Cavallo, volvió hace poco a quedar en los radares locales tras un artículo publicado el 8 de octubre por la revista Fortune, titulado “Dentro de las conversaciones secretas del equipo de Donald Trump para rescatar a la Argentina con la ayuda del ‘Doctor Dinero’”, como se lo conoce a este veterano economista norteamericano.

Casi un mes después, fue el prestigioso diario británico Financial Times el que se hizo eco de los planes de la administración Trump para impulsar la adopción del dólar en otros países, con la Argentina como una de las firmes candidatas, con la participación estelar de Hanke por sus reuniones con funcionarios del Tesoro norteamericano y de la Casa Blanca.

En una entrevista con LA NACION, Hanke, quien también fue asesor de Carlos Menem en la década del 90, señaló que si bien la estrategia de Estados Unidos para fomentar el uso del dólar “es un proyecto en desarrollo”, contó que en sus conversaciones con el equipo de Trump les entregó “gran cantidad de material técnico que detalla la larga lista de beneficios que se derivarían de la dolarización” en la Argentina y rebatió cada una de las “objeciones” a ese plan.

“Para mí, la Argentina es la opción número uno, principalmente porque Javier Milei ganó las elecciones con la promesa de dolarizar”, destacó el economista, que calificó al peso como “el talón de Aquiles” del Presidente.

-Usted se reunió con funcionarios del Tesoro norteamericano y de la Casa Blanca meses atrás para explorar maneras de promover el uso del dólar como moneda principal en otros países. ¿Qué les aconsejó sobre la dolarización en la Argentina y cuál es la evaluación del gobierno de Estados Unidos sobre esa posibilidad?

-Permítame primero plantear el cuadro de situación. El equipo de Trump me convocó para asesorarlos sobre una estrategia amplia para promover el uso del dólar estadounidense en otros países. El equipo está compuesto por funcionarios del Consejo de Asesores Económicos del presidente, el Tesoro, el Consejo de Seguridad Nacional, el Consejo Económico Nacional y, por supuesto, la Casa Blanca. Me invitaron poque he sido un activo operador de divisas durante muchos años. De hecho, entre otras cosas, fui presidente de Toronto Trust Argentina en Buenos Aires, en 1995, cuando era el fondo mutuo de mercados emergentes con mejores rendimientos del mundo. Además de operar con divisas y estudiar los regímenes monetarios de otros países, participé en el diseño e implementación de exitosas reformas monetarias en Estonia (1992), Lituania (1994), Bulgaria (1997), Bosnia-Herzegovina (1997), Montenegro (1999) y Ecuador (2000).

-Y fue uno de los arquitectos del Plan de Convertibilidad de Cavallo.

-Sí, también podría agregar a esa lista el sistema de convertibilidad de la Argentina (1991), que logró controlar la inflación y estabilizar el peso durante años. Finalmente, la convertibilidad fue saboteada por el FMI, que en noviembre de 2001 rechazó el desembolso prometido de 1300 millones de dólares, a pesar de que la Argentina había cumplido con su objetivo fiscal para el tercer trimestre de 2001. Además de estos factores, el equipo de Trump sabía que el ya fallecido Robert Mundell y yo éramos asesores principales en la Universidad Renmin de Pekín, donde habíamos trabajado juntos en una gran estrategia para promover el uso del yuan chino a nivel internacional. Ese trabajo estratégico en China es de particular relevancia para este caso, porque como suele decirse, yo ya estuve en ese baile…

-¿En qué estado de situación está el plan para fomentar el uso del dólar en otros países?

-Es importante señalar que la nueva gran estrategia para fomentar el uso del dólar es un proyecto en desarrollo. Si bien no está completo, algunos elementos se han implementado de forma puntual. Por ejemplo, el gobierno de Trump adoptó las monedas estables basadas en dólares, y el presidente promulgó la Ley Genius, que regula la industria de las criptomonedas estables (stablecoins). Con las criptomonedas estables, se emiten tokens. Si bien los tokens deben estar respaldados por bonos del Tesoro de Estados Unidos, no son de curso legal. Lo que yo vengo recomendando es que esa amplia estrategia para el dólar debería incluir cajas de conversión con base dólar y una dolarización oficial, junto con la adopción de criptomonedas estables basadas en dólares. Con las cajas de conversión, se emitiría una moneda local que se negociaría a un tipo de cambio fijo con el dólar, que tendría respaldo total en dólares y sería de curso legal. Curiosamente, el primero de muchos libros que coescribí con Kurt Schuler, Banco Central o caja de conversión, fue escrito por sugerencia de Menem en 1989 y publicado en Buenos Aires. Con la dolarización oficial, el peso iba a ser reemplazado por el dólar, que pasaría a ser de curso legal.

-¿Y qué les dijo a los funcionarios norteamericanos sobre la posibilidad de la dolarización en la Argentina?

-Desde la primera reunión que se hizo en agosto sobre desarrollar una estrategia para fomentar el uso del dólar, dije que tanto la Argentina como el Líbano, dos países en los que tengo cierta experiencia, eran candidatas ideales para la dolarización.

-¿Por qué en su opinión la Argentina y el Líbano, junto con Pakistán, Ghana, Turquía, Egipto, Venezuela y Zimbabue, son los países con mayores probabilidades de adoptar la dolarización? Dentro de ese grupo, ¿dónde ubicaría a la Argentina en términos de prioridad?

-El equipo de Trump me pidió que clasificara a todos los países con potencial para la dolarización. Para ello, desarrollé una matriz de 11 elementos o filtros, a las que se les asignaron valores numéricos, con la suma de todos esos valores para cada país. Luego clasifiqué a los 50 países principales, y la Argentina quedó en tercer lugar, justo detrás de Pakistán y del Líbano. Pero estas clasificaciones se basan en puntuaciones numéricas. Para mí, la Argentina es la opción número uno, principalmente porque Milei ganó las elecciones con la promesa de dolarizar.

-¿Cree que el Presidente todavía tiene la intención de implementarla? ¿Podría avanzar en esa dirección durante el resto de su mandato?

-El talón de Aquiles de Milei es el peso. Conservo la esperanza de que cumpla la promesa de campaña que lo llevó a ganar la elección: la dolarización. Pero esa es solo mi esperanza. Nunca he tenido el placer de conocer al Presidente y preguntarle cuáles son sus actuales planes de dolarización. De hecho, aunque me los hubiera comentado, no lo revelaría sin su permiso.

-¿Cree que actualmente la economía argentina está lista para la dolarización? De no ser así, ¿qué necesitaría en términos técnicos?

-Hace añares que la Argentina está lista para la dolarización. Si el país se hubiera dolarizado cuando la propuse por primera vez, en la década del 90, hubiera evitado tres crisis bancarias, una crisis de balanza de pagos, dos defaults de su deuda externa y dos defaults de su deuda local, incontables devaluaciones del peso, una inflación astronómica, una fuga masiva de capitales que según mis cálculos asciende al 75% de la deuda que la Argentina contrajo desde 1995, y un aumento masivo de la pobreza. Algunos economistas argumentan que la dolarización en la Argentina hoy en día no es viable. Ese argumento es absurdo. Como alguien que ha participado de procesos de dolarización —uno en Montenegro y otro en Ecuador— y que ha hecho cálculos y conoce los números de la Argentina, estoy plenamente convencido de que hoy la dolarización no solo es deseable, sino también viable.

-¿La dolarización es la solución a los altibajos y las reiteradas crisis inflacionarias y económicas de la Argentina?

-Es la condición necesaria para que la Argentina prospere. El BCRA y el peso son una al soga al cuello para la Argentina.

-¿Cuáles son las ventajas y los riesgos de la dolarización, y qué mecanismos para implementarla correctamente le sugirió al grupo de asesores de Trump?

-Pasé muchas horas con el equipo de Trump y les entregué gran cantidad de material técnico que detalla la larga lista de beneficios que se derivarían de la dolarización. También respondí a todas las supuestas objeciones a la dolarización. Y tras un análisis minucioso de esos detalles, lo que ocurre es que todas las objeciones se desvanecen. En el caso de la Argentina, por ejemplo, al desmantelar el BCRA, convertirlo en museo y reemplazar el peso por el dólar, los políticos y funcionarios públicos argentinos se verían sometidos a restricciones monetarias y fiscales, y eso sería una estaca en el corazón de esa maldición que es la discrecionalidad monetaria. Como resultado, no habría más crisis cambiarias, ni más fuga de capitales impulsadas por el peso, ni más hiperinflaciones. Ni siquiera la inflación sería extremadamente alta. También habría mucha más estabilidad económica, y si bien la estabilidad tal vez no sea todo, sin estabilidad todo es igual a nada. Resulta que eso los argentinos lo saben: por eso los propios argentinos ya dolarizaron de facto a la Argentina hace mucho tiempo.

-¿Tiene previsto tener nuevas reuniones con funcionarios del Tesoro y de la Casa Blanca sobre la situación específica de la Argentina? ¿Es un caso en estado de revisión permanente?

-Como dije, la estrategia de dolarización a gran escala está en etapa de desarrollo, y estoy en contacto regular con el equipo de Trump.

-¿Qué tan probable cree que sea que el gobierno estadounidense quiera avanzar con la dolarización en la Argentina? ¿En Washington realmente lo ven viable?

-No lo sé. Aunque recomendé por primera vez la abolición del BCRA en mi artículo “Argentina debería abolir su Banco Central”, publicado en The Wall Street Journal en octubre de 1991, y he defendido durante mucho tiempo la dolarización de la Argentina, incluso en un informe que preparamos con Kurt Schuler para Menem en 1999, llamado “Un plan de dolarización para la Argentina”, actualmente solo estoy actuando como asesor externo del equipo de Trump, y lo hago ad honorem, como siempre.

-¿A quiénes se refieren cuando se dice que hay círculos de alto nivel interesados en fortalecer el papel internacional del dólar? ¿Cuál es la postura de Trump sobre ese tema en particular?

-La regla número del “Manual de Reglas de Hanke” es no filtrar nunca información privilegiada sobre los deliberantes y sus deliberaciones.

-¿Cuánto ayudó a la economía argentina el rescate financiero diseñado por Scott Bessent? ¿Forma parte de un plan a largo plazo que podría conducir a la dolarización?

-El swap del Tesoro de Estados Unidos con la Argentina es solo una solución provisoria. Al igual que todos los programas y rescates del FMI, no resuelve el problema del peso argentino. Además, no forma parte de un programa de dolarización.

-¿Ha tenido contacto sobre la dolarización con el equipo económico que lidera el ministro Luis Caputo?

-No he tenido contacto ni con Caputo ni con ningún integrante de su equipo.

-¿Una hipotética dolarización en Argentina requeriría la intervención o participación directa de Estados Unidos? ¿Qué diferencias o similitudes habría con los casos de Ecuador y El Salvador?

-Para dolarizar, la Argentina no necesitaría autorización de Estados Unidos, como tampoco la necesitaron Ecuador o El Salvador. Cuando reemplazaron el dinar yugoslavo por el marco alemán, no le pidieron permiso a Alemania. Pero Estados Unidos podría participar en la dolarización de la Argentina. Por ejemplo, la Argentina y Estados Unidos podrían elaborar un acuerdo según el cual las ganancias relacionadas con la productividad del dólar se compartan entre ambos países. Además, yo vengo defendiendo esta idea: que si la Argentina se dolariza, se le otorgue una zona de libre comercio con Estados Unidos.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/economia/steve-hanke-la-argentina-es-la-opcion-numero-uno-para-la-dolarizacion-principalmente-porque-milei-nid28112025/

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