Suculentas congeladas: por qué pueden morir en invierno y cómo podés salvarlas
Aunque vienen de climas secos, eso no las hace resistentes al frío. Muchas suculentas son originarias de zonas subtropicales. En su hábitat, las heladas no son frecuentes. En nuestras latitudes, ...
Aunque vienen de climas secos, eso no las hace resistentes al frío. Muchas suculentas son originarias de zonas subtropicales. En su hábitat, las heladas no son frecuentes. En nuestras latitudes, sí.
“El alto contenido de agua del tejido suculento las hace susceptibles de congelarse. Cuando el agua se congela, aumenta de volumen y forma cristales de hielo y entonces se rompen las células, lo que genera daños profundos. Luego la descomposición hace el resto”, explica el ingeniero agrónomo Sebastián Ojeda.
Menos agua, más aguanteLo primero —y más contraintuitivo— que hay que hacer para no dañarlas, es regar menos. Mucho menos. Una suculenta hidratada al máximo tiene los tejidos llenos de agua. Y ese es su punto débil en invierno.
“Secas resisten mejor el frío: al perder agua concentran los compuestos anticongelantes del contenido celular, por lo que aumenta su resistencia”, dice Ojeda.
No es que sufran por sed: es una estrategia de supervivencia vegetal. Como si se encogieran para no quebrarse
Cómo prepararlas para el fríoNo es solo lo que se hace en pleno invierno lo que cuenta. Es cómo se llega a ese momento clave en la vida de las suculentas. Una buena fertilización otoñal puede marcar la diferencia.
“El aporte de nutrientes –como calcio y potasio– antes de la llegada del frío fortalece las paredes celulares. Podemos aplicar formulaciones ricas en estos nutrientes en las últimas fertilizaciones de la temporada de crecimiento”, recomienda Ojeda.
No hace falta sobrefertilizar: basta con sumar productos ricos en K y Ca en las semanas previas al frío intenso. Lo que se busca es fortalecer las células, no empujar el crecimiento.
Dónde ubicarlasGenerarles el microclima ideal también es importante. “Bajo aleros y agrupadas cerca de paredes que reciban el sol de la tarde podemos lograr una diferencia de temperatura por radiación que las proteja del daño”, sugiere Ojeda.
Las paredes que acumulan calor, los rincones protegidos del viento, las terrazas con buena orientación: todo eso suma
Pero, ¿qué pasa si alguna no sobrevive al frío? No todo está perdido.
A veces, solo muere la parte aérea y el cuello de la suculenta queda intacto. Conviene esperar, no desesperar. Muchas veces, rebrotan desde la base cuando llega el calor.
Kit de inviernoSustrato poroso: “aíslan las raíces”, dice Ojeda. No retienen agua, no se congelan con facilidad. Mejor si tienen componentes minerales.Macetas de barro: respiran mejor, equilibran temperatura y humedad. Plástico, solo si no queda otra.Tela antiheladas: sí, pero con precauciones. “Cubrir con tela antiheladas si anuncian mucho frío, pero cuidado con el exceso de humedad bajo la tela”. Si no hay ventilación, el remedio puede ser peor que la helada.