Superman y Los 4 fantásticos: nuevos rostros, esperados reinicios y la urgencia por volver a llamar la atención del público
En el 2018, entre las 10 películas más vistas del año a nivel mundial figuran seis basadas en superhéroes (cuatro de ellas, a partir de personajes de Marvel). En el 2019, en el mismo Top Ten pu...
En el 2018, entre las 10 películas más vistas del año a nivel mundial figuran seis basadas en superhéroes (cuatro de ellas, a partir de personajes de Marvel). En el 2019, en el mismo Top Ten publicado por Mojo Box Office, se ubican cuatro títulos adaptados de historietas, y en el 2021 el film Spider-Man: sin camino a casa recaudó casi dos mil millones de dólares, ubicándose cómodamente entre lo más visto.
Corte a 2025. Marvel Studios estrenó en lo que va del año dos películas (Thunderbolts y Capitán América: Un nuevo mundo) con resultados más que decepcionantes en venta de entradas. Mientras tanto, Warner, empresa dueña de los personajes de DC Comics, pisa con mucho cuidado luego del fiasco extraordinario que supuso Flash en 2023. Ante el creciente desinterés de los espectadores por los superhéroes y éxitos de taquilla que se alejan de los mundos de historietas (Minecraft y Pecadores son buenos ejemplos de esa tendencia), Marvel y Warner planean su contraataque con dos películas que abran las puertas a una nueva continuidad y que le devuelvan a los héroes la popularidad (y las ganancias) de sus mejores épocas.
Superman y una vuelta a las raícesEl largometraje Superman estrenado en 1978, fue un verdadero fenómeno. Dirigido por Richard Donner y protagonizado por Christopher Reeve, el film se consolidó como un suceso que tímidamente inició el romance entre Hollywood y los superhéroes.
Desde las grandes productoras aún veían con desconfianza a las historietas, tradicionalmente asociadas a las infancias. Pero Superman demostró que una buena historia y una generosa inversión de millones de dólares podían convertir a un superhéroe en una mina de oro. Sin embargo, dicho éxito estuvo lejos de crear tendencia. Aunque Superman II en 1980 también significó unos números fabulosos en taquilla, las películas basadas en cómics eran fenómenos aislados. De hecho, ni siquiera el boom de Batman de Tim Burton en 1989, o el fenómeno cinematográfico de Las tortugas ninja en 1990 (durante años fue la producción independiente más rentable jamás realizada) lograron un cambio de paradigma. Hollywood no dejaba de ver con desconfianza las películas de superhéroes, y las escasas recaudaciones de Superman 3 y Superman 4, en 1983 y 1987 respectivamente, reforzaron esta creencia sobre el público desinteresado ante el último hijo de Krypton.
A comienzos de los 2000, la suerte cambió. Las franquicias de los X-Men y de Spider-Man se coronaron como blockbusters indiscutidos, y una nueva generación de espectadores se mostraba ávida de ver en pantalla grande monstruosos combates y héroes extraordinarios. Los avances en materia de efectos digitales -y esto no es algo menor- le imprimían una mayor espectacularidad a batallas que, algunas décadas atrás, resultaban imposibles de filmar.
Frente a la avanzada de esos dos títulos de Marvel, Warner y DC complementaron el menú con Batman inicia, en el 2005. En esa vuelta a la oscura Ciudad Gótica, Christian Bale componía a un Batman en un film que bebía más de los policiales que de las aventuras extravagantes. Y en ese escenario, ahora sí, todo estaba listo para la vuelta de Superman. De ese modo, en 2006 aterriza Superman regresa, un largometraje anclado en la sensibilidad de las aventuras del kriptoniano cuando lo interpretaba Christopher Reeve.
Terriblemente incomprendida, dueña de una inocencia no apta en tiempos de creciente cinismo, Superman regresa fue un fracaso absoluto que los ejecutivos de Warner leyeron como otra contundente negativa por parte de los espectadores, en su interés por ver a Clark Kent en pantalla.
Allá por finales de los dos mil, Zack Snyder era el director maravilla. Sus películas cargadas de testosterona y héroes de ceño fruncido (300), lo convirtieron en el nombre ideal para darle una lavada de cara a Superman y otorgarle su merecida grandiosidad en el cine. Así llegó en 2013 Superman: el hombre de acero, una visión muy efectiva en términos de batallas y escenas grandilocuentes, pero fallida en su lectura del personaje.
Este Superman priorizaba los músculos al diálogo, la destrucción a la esperanza, y no tenía demasiados pruritos en matar a sus enemigos. Superman: el hombre de acero entró haciendo ruido y la venta de entradas respondió favorablemente. Luz verde entonces para Zack Snyder y dos proyectos posteriores que fueron sonados papelones: Superman vs. Batman, y La liga de la justicia (un film que tuvo serios contratiempos y versiones alternativas). Ambas películas tenían varias cosas en común: tonos forzadamente solemnes, guiones deshilachados… y la presencia de Superman. Una vez más, la moraleja parecía ser la incompatibilidad entre ese personaje y los batacazos de taquilla.
Mientras que Marvel Studios no dejaba de anotarse éxitos desmedidos con Avengers: Endgame al frente de esa lista (título que se convirtió en el segundo más visto en la historia del cine), el director James Gunn fue convocado para hacerse cargo de una nueva continuidad cinematográfica en DC, y dirigir el nuevo largometraje de Superman.
Los Cuatro fantásticos: la cuarta es la vencidaEn el mundo de los cómics, Los 4 fantásticos marcaron una renovación absoluta. Desde su primera aparición en 1961, esa historieta fue un repartir y dar de nuevo, y gracias a los guiones de Stan Lee y los dibujos de Jack Kirby, la popularidad de ese título le dio un aire renovado a los superhéroes, en un momento muy caído para ese rubro editorial.
Lamentablemente, esa importancia no tuvo un correlato en el cine. Los intentos por realizar una adaptación de Los 4 fantásticos fueron tan numerosos como desastrosos. Y mientras esa franquicia estaba en manos de FOX, Marvel Studios no tenía posibilidad de hacer su versión del grupo. Hasta que finalmente en 2019, Disney compra FOX, y debido a que Marvel es propiedad de Disney, finalmente Marvel recupera los derechos sobre esos personajes. Poco tiempo después, llegó el esperado anuncio. Marvel Studios, cuna de grandes franquicias como Avengers o Los guardianes de la galaxia, iba a lanzar una nueva versión de Los 4 fantásticos.
Batallas de superhéroesEn un lapso de 15 días de diferencia, llegarán las nuevas películas de Superman y de Los 4 fantásticos. Ambas tienen desafíos muy distintos por delante, pero dos objetivos en común. Por un lado, convocar al público de manera masiva y consolidarse como grandes éxitos de taquilla; y por el otro, revitalizar sus respectivos universos.
Desde el estreno de Iron Man en 2008, Marvel tejió un cosmos de personajes que se cruzan de forma constante en el cine y la tele, una idea atractiva inicialmente, pero que ahora se embarró debido a uso y abuso del recurso, con espectadores cansados de ver ficciones insignificantes solo porque ahí hay un guiño a algo que quizá pase en otra película de Marvel que llegará vaya a saber cuando. Por ese motivo es que Los 4 fantásticos, que transcurre en una línea temporal alternativa, puede dar pie a nuevas historias que no se crucen de manera tan directa con el resto de producciones Marvel.
Aunque desde luego, el cuarteto ya tiene sus butacas preferenciales para participar en Avengers: Doomsday, quinta entrega del supergrupo Marvel que tiene como principal ingrediente la vuelta de Robert Downey Jr. pero esta vez no en la piel de Iron Man, sino en la del villano Doomsday. Con el protagónico de Pedro Pascal (el actor hot del momento), Vanessa Kirby, Joseph Quinn y Ebon Moss- Bachrach, Los 4 fantásticos: primeros pasos intentará marcar el comienzo de una nueva franquicia megamillonaria (en entradas) para Marvel. En la vereda opuesta y con respecto a Superman, la apuesta puede que sea aún mayor.
Aunque formalmente la nueva continuidad de DC comenzó con las series Peacemaker y Creature Comandos (ambas disponibles en MAX), la película Superman es la gran presentación de un nuevo universo, al que pronto llegarán también Supergirl, dos Linternas Verde, y si los números acompañan, quizá también Batman y la Mujer maravilla.
“Superman es la historia de América, es un inmigrante que proviene de otro lugar” aseguró el director James Gunn en una nota con The Times of London, y recalcó: “Pero habla sobre la bondad humana, y obviamente que habrá idiotas que eso lo tomen como una ofensa, así que al diablo con ellos”. Indudablemente, la intención de Gunn, lejos del anabolizado Superman previo, es la de presentar un héroe cálido, empático, consciente de su rol solidario en un mundo cínico y corrompido. Porque en esencia, ahí está el corazón de Superman.
Gunn es un autor cinematográfico, sus personajes se asimilan y hay ideas que se mantienen a lo largo de su obra. Él es un director con firma propia, que no se esconde ante las evidentes lecturas políticas de un film que integra una industria que mantiene con Donald Trump una relación tensa.
Por lo pronto y a partir de este jueves, el actor David Corenswet en la piel del kriptoniano, se pondrá al hombro la titánica tarea de hacerle creer al público que un hombre puede volar, y que los aventureros de capa y superfuerza todavía pueden vender entradas de a millones y millones. Y lo más importante, también demostrar que el romance de la taquilla con el cine de superhéroes puede obtener una segunda primavera.