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Temporada alta para el circuito federal de ferias de arte

PARANÁ.– El calendario ferial del arte federal está en temporada alta. Después de las exitosas...

Temporada alta para el circuito federal de ferias de arte

PARANÁ.– El calendario ferial del arte federal está en temporada alta. Después de las exitosas...

PARANÁ.– El calendario ferial del arte federal está en temporada alta. Después de las exitosas Capital en Córdoba, Aire en Mendoza y +Feria en Santa Fe, esta semana se anunciaron los encuentros de Corrientes y Salta, y tuvo una festiva segunda edición la Feria de Arte de Paraná. Ventas, visitantes y sedes suelen ser parte de la ecuación que da oxígeno a los sistemas del arte argentino, en franca descentralización.

Paraná fue una fiesta este fin de semana de sol en el galpón de paredes vidriadas de la Sala Mayo, que balconea sobre el río. Allí se celebró la feria municipal, coordinada por las artistas Carla Brugo y Verónica Moreira. Se exhibieron obras de más de 80 artistas de la ciudad, a través de doce espacios o galerías y cinco colectivos. Cada uno vendió entre cinco y diez obras, desde 50 a 700 mil pesos.

El curso de agua es protagonista absoluto de los artistas locales, en textiles, afiches, pinturas, videos, fotos, esculturas o performances. El público fue una constante: todo aquel que paseaba por la costanera entraba a ver, con mate, perros, chicos (algún maratonista, también). Después de las 17, era difícil transitar por los pasillos.

“El año pasado no se pudo hacer por el cambio de gestión, pero acordamos con el Municipio la compra de paneles para esta edición”, cuenta Moreira. Se lucieron las obras sobre blanco, que de otra manera era imposible colgar sobre los ventanales. “Estos paneles ahora quedan para la ciudad. Los vamos a llevar al Centro Cultural Juan L. Ortiz, que estamos refaccionando, y tenía el mismo problema de falta de soporte para exhibiciones. Queremos armar un distrito cultural”, cuenta Joaquín Arijón, subsecretario de Cultura. Todo es ganancia para la ciudad y los artistas. “Esto también garantiza que podamos repetir el año que viene. La inquietud de hacer la feria surgió de los espacios culturales, que vieron que se hacían ferias en otros lugares del país y entonces se empezó a trabajar en conjunto”, dice Moreira. Los privados y el Estado se sumaron y lo hicieron posible.

Una instalación multimedia invitaba a conversar con el río: se hablaba a un micrófono, y por auriculares respondía el murmullo del agua y el viento, gracias a la instalación de Guido Bertos. Plazas y rincones de la ciudad estaban dibujados por Constanza Ugalde. La memoria, el territorio y escribir con imágenes eran los temas de la video instalación de Floriana Lazzaneo, El río, un color. Hubo talleres de performance de Ekaterina Gelroth y de dibujo por Eugenia Suárez en esa misma terraza ribereña. Después, Pájaro Carreira reversionó una performance de su padre, el ditelliano Ricardo Carreira. Entre los conversatorios, se destacó el dedicado al arte contemporáneo entrerriano en el que departieron líderes de proyectos colaborativos como Taller Flotante de Victoria, La Lechuza de Chajarí y el Centro Experimental de Fotografía de Entre Ríos. “Es riquísimo lo que estamos viendo. Es interesante. Hay que aprovechar la oportunidad para debatir qué es lo que deseamos: ¿por dónde queremos que circule la obra?”, planteó Diana Campos, de Taller Flotante.

Los premios son un incentivo, y fueron aportados por privados. Hubo tres adquisición: el Círculo Médico destacó la obra de Lucía Aquino, Petropack eligió una cerámica de Eugenia Bracony (el monto del premio era de 300 dólares, pero como la obra estaba a la venta en 700, la adquirieron por su valor), y Acrilex-Celeste y Blanca se lo otorgó a la fotógrafa Cynthia Fistraiber. El Premio Pitahaya fue para la pintora Patricia Gatti y el Premio Atelier, para la galería A la vuelta de la esquina (casita frente al Cementerio, taller compartido del genial pintor Ernesto Tabares). El esperado Premio in Situ, que otorgan los coleccionistas Abel Guaglianone y Joaquín Rodríguez, fue para Carlos Battauz y Mariangel Magnin, muy aplaudidos.

Paraná tiene una intensa actividad cultural: hay siete salas para ver teatro y doce espacios donde los artistas muestran, crean, enseñan. El programa invitaba a visitarlos: 33 Almacén de Arte (donde se dan talleres), Casa Banano (casona centenaria con un jardín de cuentos, donde los artistas hacen proyectos), Casa Boulevard (sala y taller de la artista y actriz Silvina Fontelles), La Portland (fundación dedicada al arte contemporáneo), Gap 18 (taller de un grupo de ocho artistas) y más usinas de arte como Archicofradía, Arte Contemporáneo La Hendija, ERarte y La Taller, entre otros.

“Es hermoso que se muestre, que la gente conozca, que haya variedad para todos los gustos. El arte es esencial para la vida”, dijo Julieta Fernández, de El Farol, la galería más antigua, en funciones desde 1982, donde había obra de maestros como Hipólito Vieytes por 300.000 pesos. En el otro extremo, La Pared nuclea alumnos de la gran docente Raquel Minetti. “La feria es fundamental para que la gente se acerque y compre arte. Para los artistas, son un motivo para trabajar, y una oportunidad para ser visibles”, dijo. Además, están el viejo Museo de Bellas Artes Pedro E. Martínez (con su colección de Césaro Bernaldo de Quiróz) y el flamante Aura, Centro Experimental de Arte Contemporáneo de Entre Ríos. Mucho para ver en esta ciudad.

Lo que vendrá: ArteCo y Fas!

Las siguientes citas del arte federal fueron anunciadas en Buenos Aires la semana pasada. Hay grandes novedades en materia de sedes, que suelen marcar la impronta de estos encuentros, fundamentales para mostrar arte con características propias de las regiones y una oportunidad única de ventas: en cada encuentro se venden más de 300 obras, algo que no ocurre en el resto del año.

La feria de Corrientes, ArteCo, irá por su séptima edición del 22 al 25 de mayo, y marcará la reapertura de un espacio entrañable de la ciudad que estaba cerrado veinte hace años: la vieja Galería Colón, que alojó el cine local. Ahora volverán a relucir sus cinco pisos como espacio de exhibición para los 250 artistas participantes de la feria, entre 27 galerías, 36 artistas individuales, y 23 proyectos y colectivos de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Renovada la cabeza de la feria, con la nueva directora del Instituto de Cultura, Beatriz Kunin, y el nuevo curador de la feria, Joaquín Rodríguez, suman como novedad una jornada previa dedicada a la formación de artistas y gestoras. Diez espacios de la ciudad tendrán muestras satélites.

Su par salteña, la feria FAS llegará del 20 al 23 de noviembre con nuevo espacio también. Es organizada por la Secretaría de Cultura local a través de la Subsecretaria de Patrimonio Cultural, Claudia Lamas, en conjunto con el grupo Accionarte, integrado por Esteban Drincovich, Alfredo Muñoz y Virginia Blaquier. En su realización es clave la participación de la desarrolladora local Proyecto Norte, que aporta obras en construcción para alojar la feria en el barrio San Lorenzo Chico. El año pasado se trató de un edificio de oficinas. Esta vez, los espacios seleccionados tomarán las 46 casas de un barrio privado de dos manzanas, Condominio La Trinidad. Podrán aplicar galerías de todo el país, pero con la condición de llevar artistas del NOA. “Van a tener que venir a conocer a nuestros artistas”, dice Lamas. Es la primera y única feria de esa región.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/cultura/temporada-alta-para-el-circuito-federal-de-ferias-de-arte-nid12052025/

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