Tomaron un espacio en una icónica mansión de Belgrano y lo convirtieron en una sala de lectura con detalles únicos
“El primer encuentro con la biblioteca fue muy estimulante por el desafío que implicaba intervenir una residencia patrimonial de principios del siglo XX”, nos contaron los arquitectos Juan Man...
“El primer encuentro con la biblioteca fue muy estimulante por el desafío que implicaba intervenir una residencia patrimonial de principios del siglo XX”, nos contaron los arquitectos Juan Manuel Montes de Oca y Hernán Pita, de Atelier MOP, a cargo del interiorismo ese espacio dentro de la casona que construyeron los dueños de Breyer Casa de Pianos en 1925.
La muestra, organizada por Distrito Arenales y BrodyFriedman, convocó a siete estudios para imaginar cómo sería hoy la vida en la icónica casona poryectada por el arquitecto José Abuaf.
La sala de lecturaEl equipo de arquitectos tuvo 45 días para darle vida a la biblioteca en planta alta. “Con su boiserie y biblioteca original, nos transportó a las salas lectura de los antiguos palacios. Nos imaginamos un living íntimo, para el relax y el encuentro diarios. Como en cualquier casa de familia, allí conviven los recuerdos, los libros, los objetos y el mobiliario”.
En la construcción de estilo francés academicista el espacio a intervenir no era el más amplio. Los arquitectos utilizaron ese aspecto a su favor, haciendo que la sala se sintiese proporcionada y acogedora.
Desde un primer momento, Ateliar MOP quiso evitar el concepto de “escritorio” tradicional. “Nos parece un concepto que está quedando obsoleto, porque hoy tu notebook te permite leer y trabajar desde cualquier ambiente”.
“Respetamos las cualidades de la casa al máximo para que recibiera lo nuevo en un ejercicio de eclecticismo y osadía“.
Arq. Juan Manuel Montes de Oca, de Atelier MOP
“Como en toda casa, lo masculino se mezcla con lo femenino y lo lujoso con lo informal. La idea era mostrar cómo un usuario joven incorpora sus objetos y muebles a un contexto clásico e histórico”.
Una decisiónSi algo tuvieron en claro los arquitectos fue su intención de mantener inalterada la boiserie. La única modificación que hicieron fue quitar una franja de las puertas con vitrina, dejando solo la franja superior. “Esta decisión hizo que su uso se volviera más sencillo, que tuviera un aspecto más moderno y que los objetos se lucieran más”.
“Todo convive con todo. Quisimos conservar lo esencial e innovar de manera sutil. Mostrar un espacio sin tiempo, actual, vivo y fluido”.
Juan Manuel Montes de Oca, arquitecto
Los objetos elegidosPara Atelier MOP, el ambiente debía transmitir el refinamiento natural del usuario, orientado a incorporar arte y objetos de colección sin caer en un espacio rígido y, menos que menos, en el cliché. “Impulsamos su espíritu diverso, pero con cierto equilibrio visual”.
Para alegrar y dar vida, le opusieron a la madera dominante una mesa de chapa esmaltada en celeste y objetos encontrados mayormente en tiendas de antigüedades.
“La mesa baja permite desplegar libros, también colocamos un bowl de vidrio labrado con frutas frescas, que muestra que se puede tomar el té mientras leemos un libro".
El toque artísticoLas obras seleccionadas plantean temáticas distintas: figurativas y cromáticas en la zona de la biblioteca, monocromáticas en manchas blancas y negras sobre la boiserie y una escultura en chapa plegada blanca, la obra más minimalista y moderna del espacio.
“La pintura más importante de la sala (de Majo Caporaletti) fue colgada de manera superpuesta a los estantes de la biblioteca, algo que en un espacio clásico no se hubiera permitido”.
Juan Manuel Montes de Oca, arquitecto
Mobiliario de épocaEl equipo optó por un estilo sobrio, pero con contrastes de color y textura. Un antiguo sillón de estilo Luis XVI, tapizado en lino marfil, una banqueta francesa de estilo Luis XV, una pequeña mesa de apoyo de círculos superpuestos y madera laqueada y una moderna lámpara de pie fueron los elegidos.
Para reducir la frialdad de los pisos de mármol, decidieron incorporar una gran alfombra de lana tejida a mano que cubriera la mayor parte del piso en damero. “Es el elemento que aportó mayor calidez y color”.
Sobre el capitel de una antigua columna recuperada de demolición, se ubicó un gran florero de vidrio Querandí naranja.
“El florero en una esquina del espacio se transforma en un objeto escultórico y femenino, contrastando con la boiserie. Al capitel lo utilizamos a modo de base de mesa lateral agregando una tapa circular y un pedestal en mármol gris apomazado”.