Tras su fuga, María Corina Machado arma una hoja de ruta para continuar con su lucha fuera de Venezuela
VILLA DEL ROSARIO, Colombia. “Por supuesto que voy a regresar a Venezuela, lo más pronto posible”. ...
VILLA DEL ROSARIO, Colombia. “Por supuesto que voy a regresar a Venezuela, lo más pronto posible”. María Corina Machado despejó las dudas, al menos las iniciales, durante sus intervenciones ante la prensa acreditada en Oslo: en su mente sólo está volver a su país, pese a la escapada de película protagonizada esta semana.
El exilio como tal está descartado desde antes de abandonar su escondite en Venezuela, algo que incluso adelantó al jefe de operativo de extracción durante su travesía marítima.
“Cuando vuelva hay dos posibilidades (…). Si todavía está el régimen, cuando vuelva estaré con mi gente y ellos no van a saber dónde estoy. Ya sabemos cómo hacer eso”, provocó la Nobel de la Paz, consultada una y otra vez sobre el plan que conduzca a la caída de la dictadura. Esa es la gran variable, la que marca la hoja de ruta de Machado para los próximos días.
“Lo que viene ha comenzado muy bien, con mucha épica. A corto plazo, además de abrazar a su familia, a su equipo y a la gente querida, el primer paso es consolidar apoyos a la causa que María Corina encarna. Y creo que va a ser muy poderoso, porque una cosa es un tuit o un zoom y otra es que la reciban gobiernos, autoridades de Europa y otras partes”, adelantó para LA NACION el analista Miguel Velarde.
La propia Machado desveló que se tomará unos días para recuperarse junto a su familia y para consultas médicas. Sobre su espalda no sólo pesan 12 años sin salir de Venezuela, 17 meses de clandestinidad y una doble campaña electoral histórica (las primarias de 2023 y las presidenciales de 2024). También el impacto emocional de ver cómo su equipo de trabajo, dirigentes de Vente Venezuela (su partido), de la Plataforma Democrática y personas de su círculo personal fueron encarcelados, se exiliaron o permanecen escondidos.
“Ella ha vivido durante mucho tiempo en mucha incertidumbre y eso no cambia en cuestión de días. Las próximas horas son clave para ordenarse, para definir el rumbo, para medir los tiempos, que es parte del ordenamiento. Y hay variables que no dependen de ella, pero ahí entra el talento o el arte que ha demostrado que tiene de poder mirar hacia delante y actuar con orden, pero con flexibilidad de acuerdo con lo que vaya ocurriendo con las otras variables. Todo ello con vistas a que su retorno, del que no hay duda, sea con el mayor impacto posible y con el mayor beneficio para la causa de la libertad de Venezuela”, añadió Velarde.
Pese a que todos los interrogantes están abiertos, la mujer de titanio no perdió la sonrisa y volvió a manejar los tiempos de sus intervenciones en Oslo. En cada una de sus palabras, un objetivo: “Convencer a los venezolanos de que volverá al país, de que su exilio no será permanente y, por tanto, mantener viva la expectativa de cambio”, dijo a LA NACION el politólogo Enderson Sequera.
Las variables vienen marcadas por Washington y por su ofensiva “Lanza del Sur”, que pese a lo anunciado por Donald Trump todavía no ha comenzado sus ataques terrestres. La incautación en alta mar del petrolero Skipper, cargado con petróleo venezolano para abastecer al aliado cubano, supone un paso más en la presión estadounidense contra el régimen chavista y su Cartel de los Soles.
“Para María Corina es clave lograr reunirse con el presidente Trump en Estados Unidos para terminar de estrechar lazos. Sería importante generar confianza sobre sus planes del día después, en el caso de que el despliegue militar derroque a Maduro”, apuntó Sequera.
La principal clave, la más peliaguda, está en Washington, sobre todo porque el tiempo parece agotarse. Entre los expresidentes latinoamericanos que apoyan la causa democrática venezolana se cree que las próximas dos semanas, antes de Navidad, son “determinantes” para una caída del régimen bolivariano.
“Tengo la impresión que desde su punto de vista, el reto inmediato de Machado sería terminar de convencer al gobierno de Estados Unidos de adelantar una campaña de presión y posiblemente operaciones militares que ayuden a lograr el objetivo de concretar la salida de Maduro del poder”, profundizó el politólogo Mariano de Alba.
“Con María Corina afuera se tendrán más herramientas, pero también se acortan los tiempos. Por eso ella ha insistido en decir que va a volver, haya caído la narcotiranía o no. Volver para entregar el Nobel de la Paz a todos los venezolanos y volver para terminar de romper el muro. Creo que lo propio ahora es alinear la narrativa, la política e incluso lo legal, que fortalece el marco militar. En Europa seguramente participe en algunas actividades, pero lo más importante estará en Estados Unidos, por eso lo más probable es que veamos prontamente la visita de Machado a Washington, lo que sería la parada previa para intentar volver a Venezuela”, señaló a LA NACION el politólogo Walter Molina Galdi.
Un desafío que encaja con una misión diplomática de lo más compleja: “Convencer a los escépticos, en Europa y Estados Unidos, de que una intervención militar en Venezuela para devolver la democracia es un hecho legítimo”, subrayó Sequera.
De Alba también apuesta por insistir, como alternativa, en una “campaña de presión internacional multilateral que ejerza diversos mecanismos de presión para tratar de convencer a quienes sostienen a Maduro en el poder de que la solución es el reconocimiento de la voluntad popular de las elecciones del 28 de julio, y una negociación que defina los términos de la salida de Maduro y su gobierno del poder y el comienzo de una transición hacia la democracia”.
La transición, tantas veces invocada y que de momento es un sueño para la gran mayoría de los venezolanos, es otro de los retos apuntados en la agenda de Machado. “Encabezado por ella, hay un equipo listo para una transición ordenada en Venezuela. Ese es el mensaje más importante que quieren mandar al mundo, porque quizá es donde se cierne la mayor duda, eso de que después del chavismo viene el caos, porque ellos han querido crear esa narrativa”, advirtió Velarde.
Distintas filtraciones a medios estadounidenses aseguran que la administración Trump se ha sorprendido gratamente por la fortaleza del plan del día después creado, durante años, por el equipo de Machado.
Un desafío tras otro antes de lo que sería el epílogo: coordinar su regreso a Venezuela. “La historia política de Venezuela está llena de exilios. De líderes que salen del país por la persecución y luego vuelven triunfantes. María Corina podría ser una de las paginas más gloriosas de esta historia llena de exilios y reencuentros”, sentenció Sequera.