Tuvo 30 años un chichón en la cabeza y cuando finalmente se pudo operar quedó sin palabras
Un hombre llamado Clyde, de 58 años, nacido en Reino Unido, convivió durante tres décadas con un chichón enorme en su frente. Según lo atestiguado en el sitio ...
Un hombre llamado Clyde, de 58 años, nacido en Reino Unido, convivió durante tres décadas con un chichón enorme en su frente. Según lo atestiguado en el sitio Ladbible, esta persona tuvo un accidente en pleno partido de criquet y sufrió un pelotazo en el lóbulo frontal y, de ahí, la protuberancia.
Su historia se dio a conocer en el programa The Bad Skin Clinic, donde pacientes de todo el mundo asisten a consultas con cirujanos para conocer cómo mejorar su salud.
En el caso de Clyde el panorama era por demás claro: una pronunciada protuberancia en la frente causada por un pelotazo. Lo curioso de su experiencia es que la lesión se le produjo hace 30 años y se le agravó con el tiempo debido a una fallida intervención quirúrgica en Turquía, según el relato del hombre.
La historia de Clyde, el hombre que vivió 30 años con una protuberancia en la frenteEn una consulta con la doctora Emma Craythorne, Clyde recibió un diagnóstico certero de su condición y, nuevamente, debió pasar por el quirófano, aunque con cierta desconfianza por su fallido antecedente en el país turco.
“Regresé a casa con una cicatriz y un bulto”, recordó el hombre, sensiblemente afectado por la falta de soluciones a su problema. Acompañado de su esposa -quien lo conoció con el chichón en su cabeza-, los dos llegaron a la conclusión de que una nueva operación solucionaría este inconveniente que no solo dañaba su imagen, sino también su autoestima.
Para dar más certezas al asunto, la doctora Craythorne aseguró: “Se trata de un lipoma. ‘Lipo’ significa grasa y ‘oma’ es un tumor benigno. La única manera de eliminarlo es extirpándolo quirúrgicamente”.
“Por lo general son inofensivos y no requieren tratamiento, pero siempre se recomienda que un profesional revise cualquier bulto o protuberancia extraña”, aclaró la profesional, que se hizo cargo de la operación y le brindó tranquilidad al paciente.
En efecto, tras la charla introductoria, Clyde recibió una dosis de anestesia y la profesional, con un bisturí, hizo una pequeña incisión en la zona de su frente. Luego, con sus dedos, realizó movimientos de presión continua para que el linfoma pierda su forma y así poder extirparlo definitivamente.
Con varios puntos de sutura, Clyde se vio al espejo tras la operación y quedó maravillado con el resultado: “¡Dios mío! Estoy sin palabras. ¡Es redondo!”.
“Caroline no me va a reconocer. Va a cambiar por completo cómo me siento conmigo mismo”, reconoció, ante las cámaras. Para darle un cierre aún más feliz a la historia, las cámaras filmaron cuál fue la reacción de su esposa, quien quedó atónita: “¡Dios mío, te ves tan diferente! ¡Tu cara, te ves tan feliz!“.