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¿Un mundo con más armas nucleares? La decisión de Irán que podría abrir una peligrosa era

PARÍS.- Los inspectores de la Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) “salieron de Irán” el viernes para “regresar a la sede” de la organización en Viena tras la suspensión ...

¿Un mundo con más armas nucleares? La decisión de Irán que podría abrir una peligrosa era

PARÍS.- Los inspectores de la Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) “salieron de Irán” el viernes para “regresar a la sede” de la organización en Viena tras la suspensión ...

PARÍS.- Los inspectores de la Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) “salieron de Irán” el viernes para “regresar a la sede” de la organización en Viena tras la suspensión por parte de Teherán de su cooperación con la institución. Si bien hasta ahora el régimen de la República Islámica ha declarado su apego al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP), su eventual abandono tendría dramáticas consecuencias para el resto del mundo.

El OIEA indicó el viernes en X que un equipo de inspectores abandonó Irán, a pesar de la insistencia de su director general, Rafael Grossi, sobre la “importancia crucial” de discutir con Teherán la forma de reanudar “sus actividades indispensables de supervisión y verificación lo antes posible”. Los inspectores de la organización no han tenido acceso a los stocks de uranio iraníes desde el 10 de junio.

El miércoles pasado, Irán suspendió su cooperación con esa agencia de la ONU encargada de la seguridad nuclear -contra la cual Teherán ha multiplicado las acusaciones, incluso con amenazas a Grossi- tras los bombardeos israelíes y estadounidenses contra sus sitios nucleares.

Tras la afirmación del OIEA de que Irán estaba cerca de fabricar el arma nuclear, Israel lanzó el 13 de junio un ataque masivo contra este país, golpeando cientos de sitios nucleares y militares. Teherán, que niega querer dotarse de la bomba atómica pero defiende su derecho a enriquecer uranio con fines civiles, respondió con disparos de misiles y drones sobre Israel.

An IAEA team of inspectors today safely departed from Iran to return to the Agency headquarters in Vienna, after staying in Tehran throughout the recent military conflict. pic.twitter.com/65YQcDL7Ik

— IAEA - International Atomic Energy Agency ⚛️ (@iaeaorg) July 4, 2025

Irán adhirió en 1970 al TNP y afirmó el jueves su apego a ese tratado. En varias ocasiones, el argentino Rafael Grossi, recordó que la cooperación de Irán es “una obligación jurídica”, mientras siga siendo un “país signatario”. Pero, ¿y si el actual régimen de los ayatollahs o sus sucesores decidieran cerrar la puerta al TNP? Varios actores iraníes parecen contemplar una retirada después de la ofensiva israelí-norteamericana.

“Una propuesta así está en elaboración y nos coordinaremos posteriormente con el Parlamento”, aseguró el ministerio iraní de Relaciones Exteriores.

Ese texto, vigente desde 1970 para impedir la propagación de armas nucleares militares, cuenta hoy con 191 signatarios, entre ellos Irán.

“Los países que firmaron el tratado y lo aplican se comprometen a no desarrollar armas nucleares”, resume Emmanuelle Maitre, investigadora de la Fundación para la Investigación Estratégica. Los signatarios también tienen acuerdos de salvaguardias con el OIEA, que puede realizar inspecciones en los sitios declarados para verificar que las instalaciones del país “funcionan con fines civiles”. Este es el caso de Irán, que aplica una versión estándar y mínima de esos acuerdos.

En caso de retirada definitiva del OIEA de Irán, la situación cambiaría completamente, no solo a nivel nacional y regional, sino mundial. Por un lado, Teherán tendría vía libre para desarrollar su programa nuclear civil, pero quizás también militar sin control de ningún organismo internacional, aunque sus actividades, es verdad, seguirían siendo vigiladas por los servicios de inteligencia occidentales.

El artículo 10 del TNP prevé tales retiros. Las partes, “en el ejercicio de su soberanía nacional”, tienen derecho a retirarse del acuerdo cuando consideren que “eventos extraordinarios” han “comprometido sus intereses supremos”. Estas salidas deben notificarse tres meses antes de la retirada efectiva. En ese caso, “la comunidad internacional ya no tendría tanto fundamento jurídico para sancionar el programa nuclear de Irán y oponerse a él”, subraya Emmanuelle Maitre.

“Sería una palanca menos para hacer que Irán respete sus obligaciones de no proliferación. Y, por supuesto, este golpe a la legitimidad del TNP podría influir en otros países”, agrega.

Los países fuera del acuerdo

Corea del Norte abandonó el TNP en 2003, pero sin haberlo aplicado realmente hasta entonces. Al igual que India y Pakistán, Israel nunca ha ratificado el acuerdo. Este punto es además denunciado por Teherán, que señala una asimetría en el trato que recibe por parte de la comunidad internacional. Irán defiende su derecho al uso civil de la energía nuclear, precisamente en virtud del tratado. Pero también es el único Estado no poseedor de armas nucleares que enriquece uranio a un nivel elevado del 60%, según el OIEA. Para fabricar una bomba atómica, el enriquecimiento debe llegar al 90%.

El tema del arma nuclear de Israel nunca se aborda. Es un tabú que flota como una sombra sobre Irán y sus vecinos del Medio Oriente. Mientras el conflicto que enfrenta al Estado hebreo con Teherán amenaza con empeorar -sobre todo después de la participación de Estados Unidos-, 21 países árabes y musulmanes publicaron un declaración común el martes 17 de junio.

Qatar, Omán, Arabia Saudita, Egipto, Turquía e incluso Pakistán -que posee armas nucleares y no es signatario del Tratado de No Proliferación (TNP)-, abogan por “crear una zona libre de armas nucleares y otras armas de destrucción masiva en Oriente Medio, que se aplique a todos los Estados de la región sin excepción”. Una intención repetida periódicamente, pero que tiene escasas posibilidades de concretarse.

Pero el eventual retiro de Irán del TNP tendría -como mencionó Emmanuelle Maitre- otra consecuencia mucho más amplia: daría alas a lanzarse en la carrera armamentista nuclear a otros países que miran la posibilidad cada vez con más interés.

Efecto contraproducente

Numerosos investigadores y responsables políticos temen que los ataques israelí-estadounidenses en Irán tengan un efecto contraproducente sobre el objetivo de no proliferación: la idea de que poseer armas nucleares ofrece una ventaja desproporcionada próspera.

“Es la percepción que tienen muchos países, aunque poseer armas nucleares no garantiza que un país obtenga todo lo que desea, ni que no tenga que pagar el precio de sus actos”, observa el exembajador de Francia en Washington, Gérard Araud.

“Confiar en la fuerza y no en la negociación es la forma más segura de destruir el TNP. Esto envía un mensaje claro a muchos países de que su seguridad última es desarrollar armas nucleares”, alerta a su vez Mohamed El-Baradei, exdirector general del OIEA, en X.

La búsqueda de un arma de destrucción masiva como herramienta de protección y disuasión para países vulnerables puede estar acentuada por la sensación de que Estados Unidos está decidido a dejar de desempeñar el costoso y a menudo vano papel de policía mundial. Poco más de medio siglo después de las primeras resoluciones internacionales destinadas a detener la proliferación nuclear, la carrera armamentista bien podría acelerarse.

“La atmósfera está cambiando. Estamos descubriendo el reinado del más fuerte”, firma Gérard Araud.

Ante la imposibilidad de derrocar al régimen iraní, considerándolo “el único medio, incluso para Estados Unidos, de impedir que Irán obtenga armas nucleares, podríamos estar acelerando el proceso: Irán podría decidir romper (las negociaciones), argumentando que la agresión de Israel (que, según informes extranjeros, es un Estado nuclear que no ha firmado el tratado de no proliferación nuclear) constituye una amenaza existencial y no le deja otra opción que producir suficiente uranio altamente enriquecido de calidad militar para un arma nuclear”, afirmó el exprimer ministro israelí Ehud Barak en el diario Haaretz del 16 de junio.

“Buscar tener armas nucleares en el contexto geopolítico actual puede parecer una garantía de seguridad pero también altamente riesgoso”, matiza sin embargo Nicole Grajewski, miembro del programa nuclear en la fundación Carnegie para la paz internacional. Una alusión a las sanciones internacionales y a los ataques que apuntan a Irán.

Para muchos especialistas, a medida que la segunda administración de Trump desmantela rápidamente elementos cruciales del orden internacional de posguerra, parece no haber considerado algunas posibles consecuencias obvias de sus acciones, como el desencadenamiento de una nueva ronda de proliferación nuclear, esta vez no por terroristas o estados canallas, sino por los países anteriormente conocidos como aliados de Estados Unidos.

Y el mundo podría estar a punto de poner a prueba su hipótesis. Para Gideon Rosen, director de la revista Foreign Affairs, “dado que la fase más peligrosa del proceso de proliferación es siempre el período en que los países están a punto de cruzar el umbral nuclear, a menos que la administración Trump cambie de rumbo, los años venideros probablemente estarán definidos por crisis nucleares”.

Fuente: https://www.lanacion.com.ar/el-mundo/un-mundo-con-mas-armas-nucleares-la-decision-de-iran-que-podria-abrir-una-peligrosa-era-nid05072025/

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